Duelo Migratorio: cuando las raíces están en el aire
Por Daniela Bustos Páez

Migrar no es solo un cambio de dirección en el mapa. Es dejar atrás un pedazo de vida, decir adiós a los abrazos familiares y empezar desde cero en un lugar donde todo -desde la comida hasta la forma de hablar- puede sentirse ajeno. Y con ello, inevitablemente, llega el duelo migratorio, un proceso emocional que puede ser tan desafiante como emocionante.
¿Por qué sentimos duelo al migrar?
Cuando nos vamos a otro país, no solo nos alejamos esencialmente, sino que también enfrentamos pérdidas simbólicas: la cercanía de la familia y amigos, la cultura, la rutina, hasta pequeños detalles como el aroma del pan en la panadería de la esquina. Como dicen los expertos (González Calvo, 2005; Achotegui, 2008), es un duelo parcial y recurrente , porque el país de origen sigue ahí, pero nuestra relación con él cambia.
Dependiendo de las circunstancias, el duelo puede vivirse de distintas maneras:
- 🔹 Duelo leve: cuando la migración es planificada, con apoyo y buenas condiciones.
- 🔹 Duelo complicado: cuando la integración no es fácil y la nostalgia pesa más que la ilusión.
- 🔹 Duelo extremo o Síndrome de Ulises: cuando la persona se enfrenta a tanto estrés y soledad que su salud mental se ve afectada.
Las etapas del duelo migratorio
Aunque cada historia es única, el proceso suele pasar por distintas fases:
- 1. Euforia inicial: todo es nuevo, hay emoción y adrenalina.
- 2. Choque cultural: aparecen dificultades, barreras y la sensación de no encajar
- 3. Adaptación: poco a poco, se encuentran rutinas y espacios propios.
- 4. Integración: la persona se siente parte del nuevo lugar sin perder su identidad.
Es importante entender que estas etapas no son lineales, a veces damos pasos adelante y luego pareciera que retrocedemos. Y está bien, es parte del proceso
¿Qué hace que el duelo migratorio sea más difícil?
No todos lo viven iguales, y algunos factores pueden hacerlo más complicado:
- 🔹 El motivo de la migración: no es lo mismo mudarse por elección que hacerlo por necesidad o urgencia.
- 🔹 Las condiciones del nuevo país: la discriminación, la burocracia o la inestabilidad pueden afectar mucho.
- 🔹 La red de apoyo: tener a alguien que nos escuche y nos entienda hace toda la diferencia.
- 🔹 Nuestra propia historia personal: la resiliencia, las experiencias pasadas y la salud emocional influyen en cómo nos adaptamos.
Cómo enfrentar el duelo migratorio sin perderse en el camino
Migrar es un cambio gigante, pero hay formas de hacer que duela menos y se transforma en una experiencia enriquecedora:
- ✅Dale espacio a tus emociones. Está bien extrañar, sentir nostalgia o incluso dudar de la decisión. No minimices lo que sientes.
- ✅ Busca comunidad. Ya sea con otros migrantes o con gente local, rodearte de personas con quienes comparten es clave.
- ✅ Mantén vivo tu vínculo con tu origen. Escuchar música, cocinar platos típicos o hablar con los tuyos te ayudará a sentirte más cerca.
- ✅Cuida tu salud mental. Si el duelo se vuelve muy pesado, buscar apoyo profesional es una gran herramienta.
- ✅ Construye una identidad híbrida. No tienes que elegir entre tu país de origen y el nuevo, puedes ser de ambos.
Migrar es transformarse, no perderse
El duelo migratorio es real y desafiante, pero no significa que estemos condenados a sufrir. Con el tiempo, muchos descubren que no han perdido un hogar, sino que han ganado otro. La clave está en permitirse sentir, en crear nuevas raíces y, sobre todo, en buscar apoyo cuando el proceso se vuelve difícil.
Si sientes que el duelo migratorio te está afectando más de lo esperado, recuerda que no tienes que enfrentarlo solo. En nuestro centro ofrecemos psicoterapia para migrantes , donde te acompañamos en este proceso con comprensión y herramientas para hacerlo más llevadero. Agenda una sesión y date la oportunidad de construir tu bienestar en este nuevo capítulo de tu vida.
Bibliografía
- Achotegui, J. (2008). Duelo migratorio extremo: el síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (Síndrome de Ulises). Psicopatología y Salud Mental, 11, 15-25.
- González Calvo, V. (2005). El duelo migratorio. Revista de Trabajo Social, 7, 77-97. Universidad Nacional de Colombia.